Editoriales
SALUD MENTAL
La “barriga” es una de las partes del cuerpo que más atención recibe, tanto en conversaciones cotidianas como en el ámbito de la salud y el bienestar. Se le atribuyen diversos significados: algunos la asocian con el exceso de grasa, otros la relacionan con los excesos alimenticios o colon inflamado y algunos la ven como el reflejo de una vida “buena” o cómoda, también hay otros que dicen que llegar a ese tamaño les ha costado bastante dinero. Sin embargo, más allá de las definiciones superficiales, la barriga es, en muchos sentidos, un indicador de nuestro bienestar físico y emocional.
Cuando comienza el día, muchas personas notan en el espejo que su barriga se ve plana y saludable, pero lamentablemente conforme avanzan las horas, su tamaño tiende a incrementarse, alcanzando su máxima curvatura al final de la jornada. Esto puede ser producto de la digestión, la retención de líquidos o incluso del estrés que acumulamos durante el día, cualquier disculpa es válida. Sin embargo, la apariencia de la barriga es solo un reflejo de factores más profundos, que van más allá de la comida o el ejercicio. La verdadera pregunta es: ¿qué estamos haciendo cada día para mantener nuestro cuerpo saludable en su totalidad?
En la era actual, vivimos rodeados de una sobrecarga de publicidad y consejos sobre cómo alcanzar un cuerpo saludable. Las redes sociales están llenas de personas mostrando su rutina de ejercicio, comiendo productos saludables y compartiendo consejos médicos. La presión por alcanzar un físico ideal nunca ha sido tan alta. Pero en medio de esta saturación de información, hay algo crucial que se olvida: la salud mental.
La salud física es fundamental, pero la salud mental es la que realmente sostiene todo lo demás. En los últimos años, especialmente tras la pandemia, hemos sido testigos de un incremento alarmante en los casos de depresión, ansiedad y trastornos emocionales en todo el mundo. Las tasas de suicidio han aumentado en muchos países y muchas personas buscan ayuda psicológica para poder sobrellevar la carga emocional que enfrentan. Esto demuestra que, aunque nos enfoquemos en mejorar nuestro cuerpo, la salud mental es la base para cualquier cambio o mejora significativa en nuestras vidas. Acá cabe decir, mejor ser panzón pero feliz.
El bienestar mental no solo afecta nuestra calidad de vida, sino que también influye directamente en nuestra capacidad para cuidar nuestro cuerpo. Si nuestra mente no está en equilibrio, nos será mucho más difícil llevar una alimentación saludable, mantener una rutina de ejercicio constante o gestionar el estrés. En lugar de buscar soluciones rápidas o seguir las últimas tendencias de bienestar físico, deberíamos reconocer que la salud mental debe ser nuestra prioridad. En nuestra vida laboral este aspecto influye mucho, si nos sentimos bien, somos felices, tenemos tiempo libre, tenemos tiempo en familia, tenemos equilibrio en cada aspecto de la vida, rendimos mas en el trabajo, así somos felices con nuestras labores, queremos nuestro trabajo y tenemos menos problemas y el ciclo se vuelve virtuoso.
Es vital que aprendamos a gestionar nuestras emociones, a reducir el estrés y a priorizar nuestra paz interior. La autocompasión, la reflexión y el autocuidado son herramientas clave para mantener un equilibrio emocional que nos permita ser más felices y productivos.
Al final, el bienestar integral no solo se trata de lo que vemos en el espejo, sino de cómo nos sentimos por dentro. La barriga, como muchas otras partes del cuerpo, es solo un reflejo externo de lo que ocurre en nuestro interior. Al cuidar nuestra mente, estamos sentando las bases para un cuerpo más saludable, porque ambos aspectos están profundamente conectados. La verdadera transformación comienza cuando nos enfocamos en nuestra salud mental, ya que, cuando estamos en paz con nosotros mismos, todo lo demás fluye de manera más armónica, la felicidad comienza en tu cerebro, ser feliz depende en gran medida de ti, la influencia de las tendencias nuevas saludables déjalas a un lado, toma lo bueno y obvia lo malo o lo que no logres hacer, simplemente ten una buena salud mental y aquel gordito si es que lo tienes, pasa a segundo plano, la cantidad de información que nos llega de “perfección” o “belleza ideal” está complicando el bienestar mental de las sociedades.
Muchas empresas que trabajan productos de estos sectores de salud y bienestar están aprovechando y están haciendo un mercadeo infernal, mostrando perfecciones o proyectos a los cuales debes llegar y dando por sentado que eso que ellos pautan o venden es lo ideal y es lo que se debe buscar, esa tendencia de “perfección infinita” la debemos romper desde nuestras mentes, filtrar este mercadeo, analizarlo y ponerlo en lugar adecuado en cada uno de nuestros casos.
Así que, este 2025, más allá de las dietas y los entrenamientos, enfoquémonos en cuidar nuestra salud mental. Cultivemos pensamientos positivos, practiquemos la gratitud, gestionemos nuestras emociones y aprendamos a enfrentar la vida con equilibrio y resiliencia. Cuando nos sentimos bien por dentro, el cuerpo refleja esa paz, y el bienestar verdadero se vuelve posible. La barriga es solo una parte del cuerpo; lo que realmente importa es cómo nos sentimos con nosotros mismos, en todos los niveles, bienvenidos los barrigones felices y saludables, también bienvenidos los que lograr un aspecto “fit” pero que su mente vaya acorde a su felicidad. Que la salud mental sea bienvenida y sea proyecto de cada uno este 2025.
La vida es corta debemos ser felices cada día.
Andres Hoyos
2025 enero